viernes, 11 de noviembre de 2016

Recuérdame por favor

Algunas vez soñé con un mundo vacío,  soñé con tener la ropa más cara y hermosa, soñé con tener un auto lujoso, una mansión donde poner miles de cosas costosas y elegantes, pero,  como dije: una vez soñé. Un día cualquiera se convirtió en un día sin regreso ni solución,  se apagó el sendero de mi amor incondicional,  ese que tenemos en una sola partícula de agua, en una sola mirada,  caricia y en una sola historia. Creí llegar a ser inmortal con todo lo que poseía en aquel entonces,  una ignorancia inmersa de hormonas, adolescencia,  sueños rosas y comodidades. ¿Cuando podremos estar seguros que es fácil poder mirar atrás? Ese día no me atreví a hacerlo, sabía, que moriría si lo hacía. Ya mi sensibilidad había sido expuesta, con un batallón de remordimiento y arrepentimiento que entre más rascaba al tiempo menos este se detenía. Al día siguiente se había enterrado entre tantas otras cicatrices de la tierra,  mis lágrimas inertes, cautivadas por la desesperación y la negación. ¿Como pude soportarlo? ¿Como me atreví a estar ciega 21 años? Hoy,  sueño contigo todos los días.  Tu perfume, el color de tus labios, los abrazos, tus creaciones,  tu estambre entre mis dedos y ese mismo estambre protegiendo mi frágil cuerpo del frió de fuera,  de las brisas palabras de las personas que soñaban lo mismo que yo, te recuerdo como quise verte en 5 años después de hoy. Si me irrito tanto,  es por ver cuanto la gente mira al espejo sin sí quiera ver un verdadero reflejo,  cuanto se abrazan al "educativo"  estatus del oro, como respiran mentiras, como cantan burlas e indiferencia, ¡mírame! ¿No me ves sentada/o aquí a tu lado? ¡Escúchame! Estoy cantando una canción de amor,  ¡Abrázame!  Caigo a los mismos pozos donde pretendes quedarte... ¿Por qué no solo sales y miras a tu alrededor? Encontrarás un calle sucia que puede ser limpiada por ti,  tu vecino, tu hermano/a,  veras a la soledad hambrienta y tendrás en el refrigerador comida echada a perder, verás un alma vieja teniendo sueños jóvenes y tu querrás quedarte en la sala frente al televisor, verás un amigo que no habla tu mismo idioma pero que ha soportado las peores groserías del clima, de tu raza, y la hambruna, sin embargo, podrás suspirar el olor de la mañana, quedarte ciego con el aura del sol, sentir un murmullo de la continua oportunidad que tenemos al abrir los ojos de cambiar lo que sueñas hoy para recordar que nada está muerto, todo está vivo en ti.  

No hay comentarios.:

Publicar un comentario